Mesociclo

Los mesociclos o ciclos medios, son estructuras de organización del entrenamiento y están integrados por microciclos de diferentes tipos; el número de estos se determina por la cantidad de objetivos a lograr y la cantidad de tareas que deben de cumplirse. Los tipos cambian según las particularidades concretas de los períodos, así como las leyes de la periodización. Un mesociclo incluye como mínimo dos microciclos. En la práctica los mesociclos con frecuencia están formados por tres a seis microciclos y poseen una durabilidad próxima a la mensual.

Los mesociclos son formas imprescindibles de organizar el entrenamiento, sobre todo, ellos permiten manejar el efecto de entrenamiento acumulativo (sumario) de cada serie de microciclos, aseguran un alto ritmo de desarrollo del grado de entrenamiento y previenen desviaciones del proceso de adaptación.

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Dentro de los mesociclos varía la carga de entrenamiento referida a los componentes de la preparación física, técnica y táctica. Los mesociclos se acortan conforme aumenta la intensidad de la carga. Así es como los mesociclos competitivos son más cortos que los de preparación. Estos pueden sufrir modificaciones durante el proceso de entrenamiento, su estructura se determina por las peculiaridades del contenido de la preparación del deportista en los diferentes períodos del macrociclo.

Los mesociclos se clasifican en dos grandes grupos: fundamentales y típicos, los primeros constituyen la parte más importante a lo largo de los diferentes períodos del proceso de entrenamiento mientras los últimos, como su nombre lo indica, son típicos solamente para determinadas fases. Los mesociclos fundamentales se dividen en dos grandes grupos: mesociclos de base y competitivos. Los mesociclos típicos se subdividen en mesociclos introductorios, de control preparatorio, de choque intensivo, de pulimento, recuperatorios-preparatorios y recuperatorios de mantenimiento.

MESOCICLOS FUNDAMENTALES

Los Mesociclos de Base. Constituyen el tipo primordial de mesociclo del período preparatorio. Ellos permiten fundamentalmente el aumento de las posibilidades funcionales del organismo de los atletas, la formación de nuevos hábitos motores y la transformación de los asimilados con anterioridad. Por su contenido pueden ser de preparación general y de preparación especial, y por su efecto de acción sobre la dinámica de entrenamiento, desarrollo y estabilización.

Los Mesociclos de desarrollo. Son muy importantes, ya que en ellos el deportista pasa a adquirir un nuevo y más elevado nivel en la capacidad de trabajo. En el marco de esos mesociclos ocurre la elevación de las cargas de entrenamiento fundamentalmente del volumen y de la formación de nuevos hábitos motores sobre todo cuando se utiliza durante la etapa de preparación general. Comúnmente, los mesociclos de desarrollo se alternan con los mesociclos de estabilización.

Los Mesociclos de estabilización. Se caracterizan por la interrupción temporal del incremento de las cargas sin que tenga que ocurrir una disminución de sus componentes, lo que contribuye a la fijación de las reestructuraciones crónica de adaptación del organismo de los deportistas. Dentro de esos mesociclos es posible orientar el entrenamiento hacia el afianzamiento de los estereotipos dinámicos y a la reestructuración de hábitos motores ya asimilados de poca complicación.

Los Mesociclos Competitivos. Constituyen el tipo fundamental de los ciclos medios durante el período competitivo. De acuerdo a la estructura de dicho período, esos mesociclos se pueden alternar con otros, esto está determinado por el sistema de competencias de cada deporte y las leyes que regulan el mantenimiento de la forma deportiva adquirida.

MESOCICLOS TÍPICOS

Nos ocuparemos en primer lugar de los mesociclos introductorios o entrantes. Por lo general se inicia el período preparatorio con este tipo de entrenamiento. Con frecuencia incluye dos o tres microciclos corrientes y ordinarios y culmina con el de restablecimiento. En estos mesociclos es característico establecer una intensidad baja, y el volumen puede ser muy elevado, sobre todo cuando se trata de deportes de resistencia. Los medios de entrenamiento preferentemente constituyen los ejercicios de preparación general.

Los Mesociclos de Control Preparatorio. Se utilizan como medio de transición entre los de base y los competitivos. El entrenamiento se conjuga con alguna competencia de carácter preparatorio que se subordina al entrenamiento como formas de control y de preparación para las competencias fundamentales. En muchos casos, en el marco de estos tipos de mesociclos, se incrementa la intensidad a expensas de los ejercicios de preparación especial y competitivos; en estos, solo ocurre la estabilización del nivel general de la carga cuando se evidencian síntomas de agotamiento. Cuando los controles ponen de manifiesto serios defectos técnicos y/o tácticos, se procede a eliminarlos dentro de las sesiones de entrenamiento.

Los Mesociclos de Pulimento. Habitualmente preceden a los mesociclos competitivos y aparecen dentro del mismo periodo competitivo. Este mesociclo se caracteriza porque en él se modelan con la mayor similitud posible, las actividades que tendrán los deportistas en el mesociclo competitivo donde se ubica la competencia fundamental, para tal efecto se debe asegurar que el trabajo de los deportistas sea en condiciones concretas de competencia, posibilitando con esto que se manifiesten de manera óptima sus aptitudes bajo las particularidades objetivas y subjetivas que pueden caracterizar la confrontación venidera. Los mesociclos de pulimento se estructuran de manera similar a los competitivos. Si no se logran enfrentamientos preparatorios de calidad se sustituyen los microciclos competitivos por los de modelaje competitivo.

Los Mesociclos Recuperatorios–Preparatorios. Tienen semejanza en varios de sus indicadores a los mesociclos de base pero integran un mayor número de microciclos recuperatorios. Son utilizados con más frecuencia en fases intermedias más o menos prolongadas entre dos competencias fundamentales dentro de un mismo período competitivo. También pueden ser empleados en la transición de un macrociclo a otro, en doble periodización cuando discriminamos, por conveniencia, el período de tránsito.

Los Mesociclos de Choque Intensivo. Se caracterizan, primordialmente por una brusca elevación de los componentes de la carga, se utilizan preferentemente al final de la etapa de preparación general, donde generalmente se alcanzan los máximos valores del volumen y se comienza a observar un aumento más acusado de la intensidad que en la primera parte del entrenamiento. Son mesociclos de desarrollo propios de la etapa de preparación especial.

Los Mesociclos Recuperatorios–Mantenimiento. Se caracterizan por un régimen de entrenamiento menos exigente que los mesociclos recuperatorio– preparatorio. Se utilizan con frecuencia dentro del período de transición pero pueden sustituir al mesociclos recuperatorio–preparatorio en períodos competitivos muy prolongados donde los torneos suelen ser de mucha tensión.

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