La esencia de la periodización de Matveiev es la relación temporal de las fases de la forma deportiva con la estructuración de los periodos del entrenamiento.
- El periodo preparatorio es relativo a la adquisición de la forma deportiva. Objetivo: desarrollar la forma deportiva
- El periodo competitivo es relativo al mantenimiento de la forma deportiva. Objetivo: afinación de la forma deportiva, con la participación en competiciones
- El periodo de transito es responsable de la pérdida temporal de la forma deportiva. Objetivo: recuperación activa y regeneración del deportista, regresión de la forma física.
Todo proceso de entrenamiento y planificación tiene sus momentos:
- Alcanzar algo.
- Mantener algo.
- Perder algo.
De acuerdo a unas lógicas fisiológicas se divide en tres periodos:
- Periodo preparatorio: se trabaja del 50% al 60% de la totalidad del macro
El período de preparación suele dividirse, a su vez, en dos etapas. La primera, también conocida como “general”, se cumple para los trabajos destinados a la formación básica de las capacidades, va a prevalecer el volumen sobre la intensidad; dentro del 100% del 50% al 60%, la preparación general tiene un porcentaje del 50% al 60% de trabajo. La segunda, también conocida como “especial”, se caracteriza por trabajos más intensos y con una relación más directa con la disciplina deportiva. La intensidad por encima del volumen; dentro del 100% del 50% al 60%, tiene de un 40% a un 30% de trabajo.
- Periodo competitivo: Se trabaja del 20% al 30% de la totalidad del macro.
El período competitivo reúne los trabajos más específicos del deporte, ya que comprende a todas las competiciones que el deportista realiza. Suelen ser períodos de trabajo muy intensos y con un volumen relativamente bajo.
Igualmente dividido en dos etapas.
– Precompetitivo: mantener lo que se alcanzó en el proceso anterior (juegos amistosos). Subir las cargas asemejándola a un nivel de competencias.
– Competitivo: la competencia como tal.
- Periodo transitorio: se trabaja el 10% de la totalidad del macro.
Donde los valores de volumen e intensidad caen en forma drástica. El deportista abandona la competición y continúa su entrenamiento incursionando en otros deportes. El reposo absoluto también es una opción, pero no es para nada recomendable.
Igualmente dividido en dos etapas:
– Pasiva: tiempo de descanso
– Activo: son actividades alternas que busque el acondicionamiento para volver a empezar el macro-ciclo.
Los porcentajes varían de acuerdo a la preparación que se le quiera dar al deportista o dependiendo de los niveles de preparación con los que él cuenta.